El Ayuntamiento de Santa Pola acogió la semana pasada la exposición realizada por el Instituto de Ecología Litoral sobre el proyecto “El Papel de la Posidonia en la Adaptación de las Costas al Cambio Climático” (GESTARR). El objetivo principal de este proyecto es obtener resultados que permitan mejorar el estado de las playas mediante una gestión sostenible de los arribazones de Posidonia Oceanica.
En Santa Pola, este proyecto realiza un seguimiento de ocho playas urbanas: Levante, Calas de Santiago Bernabéu (I, II y III), Varadero y Calas del Este (I, II y III).
Entre los resultados, el informe de dinámica litoral recoge la simulación de los oleajes predominantes. Con ello se ha caracterizado el comportamiento de la dinámica litoral en el municipio. Esta información nos ayuda a conocer las zonas que experimentan menor y mayor dinamismo durante los episodios de temporales marítimos.
Se han realizado observaciones en las propias playas y se ha creado una base de datos que recoge las mediciones realizadas periódicamente en las playas, con el fin de monitorizar los cambios en la anchura y el perfil sumergido de éstas, para conocer la evolución del fondo marino. Esta información se relaciona con las intervenciones humanas, como la extracción de arribazones y la aportación de arena obtenida del cribado de los mismos.
Como indicaron desde el IEL, los resultados muestran una evolución, en general, positiva durante el último año. Se han realizado 25 transectos entre todas las playas que sirven para medir la anchura de la playa seca. El 48% de los transectos presentan una tendencia positiva, el 28% permanecen estables y el 24% restante han evolucionado negativamente. Por tanto, el 76% de los transectos poseen una tendencia estable o positiva. Algunas de las observaciones están condicionadas además de por los temporales marítimos, por las fuertes lluvias.
Asimismo, los datos obtenidos en los perfiles sumergidos refrendan los obtenidos en la simulación informática. Las corrientes longitudinales con dirección Este-Oeste favorecen el transporte de sedimentos hacia los diques de Vatasa y el puerto de Santa Pola. Estas infraestructuras ejercen de obstáculo a las corrientes provocando, en el periodo muestreado, una importante acumulación de arenas en los fondos de las playas de Levante (20.000 m3) y Varadero (2.600 m3). Esta retención favorece la reposición de arenas de forma natural en la playa seca cuando se dan condiciones de calma. Los datos obtenidos permiten además conocer la anchura de playa máxima, mínima y promedio.