El 9 de Octubre para los valencianos no es un festivo más. Celebramos el día de todos los valencianos, salimos a las calles para mostrar nuestro orgullo para pertenecer a un pueblo con unas señales de identidad propias y con unas aspiraciones comunes ante el futuro. Rememoramos antiguos acontecimientos de nuestra Historia, sacamos a pasear nuestras banderas y entonamos nuestros himnos para autoafirmarnos y para ratificar el sentimiento que da pertenecer a un proyecto col-lectivo. Si el hecho histórico que conmemoramos este día es la entrada del Rey Jaime en València, el que festejamos cada 9 de Octubre es nuestra autonomía, el hecho que somos una comunidad integrada en el estado de las autonomías que define la Constitución.
El 9 de Octubre, tan próximo al día 12, resume perfectamente el que somos: valencianos y españoles. Hoy es el momento de reconocer nuestras señales de identidad, unas características que nos hacen únicos, pero al tiempo parte esencial de una gran nación.
Nosotros tenemos la suerte de pertenecer en un pueblo en que las tradiciones se han mantenido durante muchos años, donde se ha hablado en valenciano, donde nuestros bailes, nuestra Fiesta y la nuestra música han continuado hasta ahora, y cada vez con más fuerza Si esto es posible y que hay que continuar todas esas inquietudes como pueblo. Hoy arreciamos nuestra identidad, para conseguir la Comunidad Valenciana que queremos. Una Comunidad de derechos, de libertades y de justicia social.
Cumplimos más de 40 años de autogobierno, conscientes de nuestras raíces como antiguo Reino de Valencia, y de nuestra historia reciente, y hemos aprendido a hacer valencianismo en defensa de todo aquello que consideramos que necesita nuestra Comunidad, como una financiación justa, la suficiencia hídrica, la mejora de las infraestructuras que vertebran el territorio y un modelo social sostenible para garantizar el bienestar de forma global.
Entendemos que no vivimos tiempos fáciles, y que nos enfrentamos a situaciones que nos demandan en todos nuevos sacrificios. Desde el Ayuntamiento nos esforzamos para solucionar, con nuestros recursos, los problemas que plantea el día a día. Pero también tenemos la voluntad de defender nuestros intereses reclamando a las administraciones correspondientes las infraestructuras y dotaciones (educativas, sanitarias o viales) que son imprescindibles para nuestro pueblo, o apoyando a los col-lectivos locales en la defensa de sus reivindicaciones, como lo hagamos con el sector pesquero en unos momentos tan complicados.
Aquellos que ocupamos cargos públicos tenemos la responsabilidad de preparar una Comunidad Valenciana, una Santa Pola para el futuro, en condiciones de poder hacer frente a las exigencias del siglo XXI, pero sin perder el carácter y nuestra personalidad como en el pueblo que somos, y que celebramos cada 9 de Octubre.
El 9 de Octubre es una ocasión para extraer lecciones de nuestro pasado, para celebrar el nuestro presente y para soñar con nuestro futuro. Aunque esta es una jornada para celebrar, no tenemos que caer nunca en la autocomplacencia, manteniéndonos siempre vigilantes, conscientes que en esta tierra nadie le ha regalado nada y que todos sus triunfos y todas sus glorias son el fruto del esfuerzo y del espíritu combativo de la suya gente.